El Llamado de la Manada. - Vinculación Amichien 2a. Parte -.

Dentro del celoso medio de adiestradores, entrenadores, agitadores, manejadores y cien mil "oficios" más, siempre se habla de técnicas mejores que las empleadas por los colegas, se llega hasta el punto de sensibilizar y humanizar a un perro, olvidándose que una de sus principales características, y seguramente fué la que enamoró a nuestros ancestros para que diera inicio esta redituable sociedad hombre-perro, la cual es su gran capacidad de adaptación. Cuando un perro, "pierde" su zona de confort, sufre miedos y frustaciones las cuales pueden desencadenar pérdida de apetito, energía, ataques de miedo, ira, etc. Y estos problemas se incrementan cuando las señales que le enviamos a nuestro perro refuerzan la idea que él es el Líder de la manada y el líder toma decisiones vitales para la supervivencia de la manada y esto le causa estrés, no entiende las reglas y recibe agresiones de los subordinados. El problema es que las reglas son humanas y este mundo esta diseñado con esas reglas humanas. Nuestros perros no entienden muchas cosas, tienen sentimientos y frustaciones, igual que nosostros, lo cual incrementa el problema. Y si la "jerarquización" no es clara o peor aún, no existe, viene el caos.
La solución es muy sencilla, descartando que no exista una causa orgánica, solo debemos replantear la "jerarquización" y vemos ahora los procesos restantes a esta importante vinculación. Recordemos que simplemente estamos trabajando los instintos básicos del perro, así como explotando la mejor forma de enviar las señales correctas y que estas sean bien  recibidas y procesadas.

Ya hablamos antes sobre La reunión - Regla de los 5 minutos. (Cuando la manada se reúne tras una separación. ¿Quién es ahora el jefe?)

Una vez que pasaron los 5 minutos, se puede empezar a interactuar con el perro según las nuevas reglas. La tarea que recomiendo "trabajar" es conseguir que el perro acuda a su llamada cuando su amo lo requiera. Comenzaremos con el nombre, el cual recomiendo sea monosílabo, siempre haciendo contacto visual. Ahora usaré el término "timing", el cual se refiere  a "premiar" a nuestro perro exactamente al mismo tiempo o inmediatamente después que obtenemos la respuesta deseada. La idea es emplear los conceptos "petición" y "recompensa", lograr que nuestro perro actue por voluntad propia y que nos elija como su "lider". Se puede comenzar a "premiar" al perro con una caricia, cabeza o pecho son buenos receptores de energía, también se puede utilizar algo de comida o un jueguete, inclusive ofrecerle una "presa". Todo depende del tipo de perro, raza, carácter, salud y personalidad. Así nuestro perro también aprenderá que a toda buena acción, le sigue una recompensa, se sentirá útil al líder de la manada y reforzaremos la jerarquización mediante un juego, un juego al que los humanos llamamos "adiestramiento".